Cruz Azul tomó la iniciativa, pero fue hasta la recta final que encontraron las redes. Rentería mostró el camino para que Caraglio y Hernández le dieran forma a una goleada de 3-0 sobre el Puebla.

Con este resultado la afición celeste se reencuentra con el Estadio Azteca y toma nuevas esperanzas para el Apertura 2018 de la LIGA Bancomer MX.

Tras dos décadas fuera del Estadio donde construyeron su Grandeza, Cruz Azul volvió al Coloso de Santa Úrsula. Lo único que conservó fue el horario y la afición respondió ante la necesidad de grandes recuerdos en busca de un presente lleno de victorias.

El Celeste inundó el sur de la Ciudad de México, como desde finales de los noventas no lo hacía. En frente la oportunidad de enmarcar un regreso con un triunfo que presagie lo mejor. En frente estaba un Club con bases bien cimentadas desde la banca y Enrique Meza, un viejo conocido de la Noria, quería arruinar la fiesta de este reencuentro.

El partido comenzó con un sólo dueño del esférico, Cruz Azul asumió el papel protagónico mientras Puebla fue paciente y contuvo los primeros embates. Elías Hernández y Gerardo Flores se aislaron y tuvieron tiempo para meter centros a segundo poste que Milton Caraglio y Roberto Carlos Alvarado se quedaron con ganas de rematar.

La primera baja del partido se dio al minuto 24, Omar Fernández sufrió una lesión en el tobillo y cedió su lugar a Christian Tabó. A la caza de un contragolpe estuvo la Franja, que con trazos largos buscaba dejar en mano a mano a Lucas Cavallini

La más clara se presentó hasta la segunda mitad, desde la esquina llegó un centro al corazón del área, Caraglio se levantó sin marca y con la frente conectó con potencia, pero Nikolás Vikonis reaccionó de gran forma para mandar a tiro de esquina, de donde surgió una nueva de peligro. Balón a segundo poste para el movimiento de Pablo Aguilar, que remató con dirección al poste, Puebla se salvaba en dos ocasiones en menos de un minuto.

La visita adelantó líneas y contuvo por minutos los embates Celestes, incluso tuvo en una jugada a balón parado la chance de adelantarse; sin embargo, Jesús Corona se lanzó a su lado izquierdo para frenar el esférico.

Sobre el minuto 80 se dio una falta en tres cuartos de cancha, Elías Hernández pidió el balón, y lo mandó a segundo poste donde Andrés Rentería se levantó para mandar su testarazo al ángulo; los más de 40 mil Cruzazulinos se levantaron de su asiento y gritaron un gol que se guardó durante 22 años.

Dos minutos después el 2-0 estuvo en la cabeza de Caraglio y lo frenó Vikonis. Remate picado que sobre la línea y con su pie contuvo el guardameta.

Ya en el minuto 90 Hernández filtró para donde Martín Cauteruccio bajó el balón con el pecho para recibir una barrida y se decretara la pena máxima, la cual fue cobrada de manera perfecta por el delantero brasileño.

En el último minuto Cruz Azul se llenó de confianza y fue por una última, Elías Hernández se pegó a la banda, donde pasó de taquito a Misael Domínguez, quien le regresó de la misma manera, el 11 Celeste entró al área, se mandó un túnel y sacó un zapatazo de pie derecho para colgar el balón del ángulo, sellando una victoria soñada.

Fin del partido para que las ilusiones, esperanzas y recuerdos cayeran de golpe, la afición Celeste se permite soñar en su regreso a la casa donde construyeron su grandeza.