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La Tierra recibe la primera de tres llamaradas solares con impacto global.
El fenómeno podría repetirse y deja imágenes espectaculares del cielo nocturno.
El 12 de octubre, el Sol liberó una poderosa llamarada que impactó de lleno la magnetosfera terrestre, desencadenando un espectáculo natural visible en distintos puntos del planeta. Científicos han descrito este evento como un verdadero “puñetazo cósmico”, el primero de una serie de tres explosiones solares previstas.
El fenómeno ha sido monitoreado por observatorios espaciales, que registraron una intensa eyección de masa coronal, responsable de alterar temporalmente el escudo magnético que protege a la Tierra. Aunque este tipo de episodios son parte del ciclo solar, la magnitud y la extensión de las auroras boreales generadas han sorprendido a los expertos.
Regiones alejadas del Ártico, habitualmente fuera del alcance visual de las auroras, pudieron disfrutar del resplandor de luces danzantes en el cielo. Las redes sociales se inundaron de fotografías y videos que mostraron los cielos teñidos de verde, rosa y púrpura, evidenciando el impacto directo del fenómeno.
Especialistas recomiendan mantenerse atentos a las próximas llamaradas solares, ya que dos más se dirigen hacia la Tierra. Aunque no implican riesgo inmediato, sí podrían afectar las comunicaciones satelitales y los sistemas eléctricos.
El fenómeno ha generado una ola de interés global por el estudio del clima espacial, recordando la fragilidad de nuestro planeta frente a la energía del Sol. En los próximos días, los observadores del cielo estarán atentos a nuevas señales de esta danza cósmica.
