Dos hombres fueron asesinados a tiros, por sujetos desconocidos que llegaron directo a un domicilio de la colonia la Joya, y cometer el atroz atentado a sangre fría frente a toda una familia, entre ellos mujeres y niños, la tarde-noche de este sábado. Tres personas más, entre ellos el propietario de la vivienda y dos “visitas” originarias de Veracruz, también resultaron heridas de bala y se encuentran hospitalizadas.

De acuerdo a los primeros datos que trascendieron se sabe que ayer por la tarde, Cándido Roberto Coleote Jiménez, propietario de una tienda ubicada en la calle Diamante, entre Zafiro y casi esquina con Esmeralda, cerró sus puertas debido a que recibió a dos amigos que llegaron de visita desde Veracruz, además de que también estaba un mecánico que le iba a reparar el motor de su vehículo.

Así la reunión familiar se celebraba en el patio de la vivienda y cuando estaban comiendo, minutos después de las 18 horas, tocaron a la puerta y un niño de 13 años salió a abrir y fue en ese momento que de manera violenta ingresaron dos tipos, vestidos de negro y con armas de fuego quienes llegaron directamente hasta donde estaba Mario Alberto Cruz Peña, de 43 años de edad y sin más lo ejecutan.

En su huida, los sicarios se encuentran con Cándido y lo hieren de un disparo en el muslo izquierdo, al igual que a Ulises Sánchez Rivera, de 17 años, quien recibe un balazo en el tórax del lado derecho y uno más en el brazo del mismo lado; mientras que corre con la misma desafortunada suerte Óscar Vázquez Muñoz, de 45 años, con un balazo en el tórax del lado derecho.

Ya fuera de la vivienda, los delincuentes se percatan que son observados por Daniel Trinidad Cruz, de 32 años, quien estaba reparando un vehículo; pero también le disparan en al menos cuatro ocasiones y huyen a bordo de una motocicleta con rumbo desconocido. El mecánico también perdió la vida.

Aunque momentos después llegaron paramédicos de SUMA, ya no pudieron hacer nada por los varones descritos, solamente los tres heridos que fueron auxiliados y trasladados de urgencia y graves a un centro hospitalario para ser atendidos por los especialistas de la medicina.

En breve el lugar se vio invadido por elementos policíacos de todas las corporaciones, sin embargo, no pudieron ubicar y detener a los responsables.