El fantasma de la inflación sigue asediando a los consumidores, y esta vez amenaza con llegar acompañado de una posible recesión. Como resultado, los usuarios han comenzado a ser más cautelosos con sus gastos, especialmente en cuanto a los servicios de telecomunicaciones. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los servicios de conectividad, tanto móviles como fijos, registraron una disminución en diciembre de 2022, del 7.82% y 8.34% respectivamente.

Ante esta situación, los usuarios han comenzado a buscar maneras de mitigar la inflación en sus facturas de telecomunicaciones. Algunos han optado por cambiar de plan, mientras que otros han encontrado soluciones más asequibles para conectarse a internet.

Cinthya Morado es una usuaria que siempre ha tenido un plan de pospago, pero debido a la inflación, ahora considera cambiar a un plan más económico. Guadalupe Jiménez también ha tomado la misma decisión, y asegura que el año pasado cambió a un plan de renta más asequible, no solo por el dinero, sino también porque descubrió que tenía más megas y solo pagaba por lo que realmente necesitaba.

Por su parte, empresas como AT&T y Telefónica han impulsado planes de pospago personalizados que permiten a los usuarios elegir los GB y las redes sociales que necesitan. Esta estrategia ha ayudado a aumentar la base de usuarios de la empresa presidida por Mónica Aspe en México en un 6.3% al cierre del año pasado.

Por otro lado, ocho de cada 10 usuarios de telefonía móvil actualmente optan por realizar recargas telefónicas, consolidándose como el segmento más relevante del país, especialmente durante una crisis financiera.