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En un momento de extrema volatilidad económica, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendió con firmeza sus políticas arancelarias, instando a no entrar en pánico y asegurando que sus medidas son una acción necesaria que se ha estado postergando por décadas.
A través de sus redes sociales, Trump calificó las políticas comerciales adoptadas durante su administración como imprescindibles para corregir los desequilibrios comerciales con diversas naciones. “Lo que estamos haciendo es necesario. Esta es una ‘medicina’ que se necesitaba desde hace mucho tiempo”, expresó el mandatario. En un tono desafiante, el presidente agregó: “No sean débiles ni estúpidos. Ahora es el momento de tomar decisiones valientes”.
Este mensaje se emitió mientras los mercados globales enfrentaban una de las peores caídas de los últimos años. La crisis comenzó en Asia, donde las bolsas de valores alcanzaron su peor nivel desde la crisis financiera de 2008. Japón, en respuesta al desplome de su índice Nikkei que cayó más del 7%, activó el “circuit breaker”, un mecanismo destinado a frenar las caídas abruptas en los mercados. Otros índices asiáticos, como el Shanghái Composite y el Hang Seng, también registraron pérdidas de más del 7% y 13%, respectivamente.
El impacto se extendió rápidamente a los mercados globales. Wall Street, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y las bolsas europeas registraron pérdidas significativas. En Nueva York, los principales índices bursátiles (Dow Jones, Nasdaq y S&P 500) cayeron entre un 3% y un 4%. La Bolsa Mexicana de Valores también sufrió una caída que afectó a diversos sectores económicos.
A pesar de las pérdidas generalizadas, Trump insistió en que las medidas adoptadas por su administración son esenciales para proteger a la economía estadounidense, al tiempo que minimizó el impacto negativo a corto plazo. Sin embargo, las bolsas globales continúan siendo afectadas por la incertidumbre económica y el temor a una recesión global, un panorama que podría prolongarse si las tensiones comerciales persisten.
Mientras tanto, los mercados continúan reaccionando ante las señales de una posible desaceleración económica mundial, aumentando la incertidumbre sobre el futuro inmediato de la economía global.