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👷♂️ La festividad honra el trabajo y la identidad de los albañiles
Cada 3 de mayo, en la región de la Mixteca, se celebra con devoción el Día de la Santa Cruz, una fecha que fusiona fe, cultura y oficio. La festividad está estrechamente ligada al Día del Albañil, un reconocimiento a quienes construyen el país con sus manos.
Desde tempranas horas, los albañiles participan en misas comunitarias, donde llevan sus propias cruces de madera, elaboradas artesanalmente. “Al levantarnos, lo primero que hacemos es la señal de la Santa Cruz”, relata Juan Hernández, albañil con más de 15 años de experiencia, quien pide protección antes de iniciar su jornada.
Tras la bendición del párroco, las cruces se colocan en lo alto de las obras, como símbolo de fe y resguardo. En muchas cuadrillas, se suspenden labores para convivir entre compañeros, compartir alimentos y agradecer por el trabajo.
Aunque algunos continúan con sus actividades, todos coinciden en que el Día de la Santa Cruz va más allá de la religión: “Comemos, platicamos y agradecemos que tenemos trabajo, aunque sea solo para sobrevivir”, añade Juan.
Esta celebración perdura como parte esencial de la identidad mixteca. En cada municipio, se alza la cruz como un testimonio de resistencia y esperanza. Más que una tradición, es un homenaje vivo a quienes construyen hogares, caminos y sueños.