Un grupo de jóvenes voluntarios del municipio de Chila de las Flores está llevando a cabo una campaña con el corazón por delante: recolectar tapitas de plástico para donarlas al “Banco de Tapitas”, una asociación que transforma el reciclaje en apoyo real para niños con cáncer.

La iniciativa, impulsada desde la página de Facebook “Chila Histórico”, invita a las familias a reunir tapitas de botellas, frascos de medicamentos y productos de limpieza, entre otras, y llevarlas a la carpintería ubicada en la calle Geranios, sección segunda. También ofrecen recolectarlas a domicilio con solo enviar un mensaje privado.

“Cada tapita cuenta”, recalcan los organizadores, y no es solo un lema: es la esperanza de hacer la diferencia con algo que solemos tirar sin pensar.

Es la primera vez que en Chila se organiza una campaña de este tipo, y la respuesta ha sido cálida. La comunidad ha mostrado su lado más humano, entendiendo que la solidaridad también se recicla.

Además, quienes no estén cerca pueden acudir al centro de acopio en la parroquia de San Juan Bautista, en Acatlán de Osorio.

Esta acción no solo busca juntar plástico, sino sembrar conciencia y generar empatía. Porque ayudar, a veces, comienza con un pequeño gesto. O una tapita.