La selección de Brasil entrenó como en su casa, bajo un cielo azul, un clima típico del verano brasileño y con rayos del sol que reflejaron más el oro en las playeras de unos cuatro mil aficionados eufóricos en las gradas.

Un público, mayormente formado por niños, se dio cita a la cancha dos del centro de entrenamiento y con cada ingreso de los jugadores eran aplaudidos, ovacionados y coreados.

Aunque varias personas se quedaron con las ganas de ingresar a las gradas, a pesar de hacer una larga fila, y sólo cerca de cuatro mil tuvieron la dicha de ver la práctica de los pentacampeones del mundo, que mueven multitud donde se presentan.

El entrenador Adenor Leonardo Bacchi "Tite" dirigió la práctica de los llamados suplentes; el exarquero Claudio Taffarel, dos veces campeón del mundo, condujo la sesión de sus compañeros de posición Allison Ramses Becker, Ederson Moraes y Cassio Ramos.

Los que derrotaron el domingo anterior a Austria, por 3-0, en el último ensayo mundialista, realizaron trabajo físico, el llamado regenerativo.

"La Copa comenzó ya hace un tiempo. Nos estamos preparando fuerte y mostrando que estamos listos", comentó el defensa Pedro Geromel.

La estrella Neymar da Silva Santos compartió que era un clima perfecto. “Este sol maravilloso. La gente está feliz y se siente ese cariño y apoyo de la hinchada en las gradas.

Está todo dentro de lo previsto. Es perfecto". Los jugadores deleitaron a algunos aficionados al enviarles balones, además se acercaron a una parte de las gradas, donde se tomaron fotos con seguidores.