América empató sin goles con Santos en el tiempo regular de la semifinal de vuelta en la Liga de Campeones Concacaf. Sin embargo, en el tiempo extra un gol de Michael Arroyo dio a los de Coapa el boleto a la gran final del certamen.

América no tardó en tener una oportunidad de gol. Darwin Quintero tomó el balón, aceleró, se quitó rivales con gran habilidad, tocó para Oribe Peralta, quien recortó a Carlos Izquierdoz, disparó, pero Agustín Marchesín hizo una atajada impresionante. Era el minuto 2.

Al 16´, los anfitriones volvieron a tocar la puerta. Paul Aguilar conectó con parte interna un tiro de esquina por sector derecho, pero una vez más apareció el cancerbero visitante para salvar su meta. Las Águilas tenían mayor posesión de la redonda.

Santos intentó con disparos de media distancia; sin embargo, la más clara para los laguneros llegó al 42´. Martín Bravo le robó el balón a Pablo Aguilar, el ex jugador de Dorados se fue sólo, pero su disparo reventó el travesaño. Los cartones no se movieron en la primera parte.

El talento se hizo notar en los primeros instantes del complemento. Rubens Sambueza hizo magia por la banda izquierda, se quitó a Jesús Molina y Javier Abella, entró al área, metió diagonal retrasada, la cual remató Andrés Andrade, pero Marchesín se lanzó y detuvo el esférico. El guardameta argentino se volvía a vestir de héroe al 47´.

Los Guerreros realizaron modificaciones y lograron emparejar el trámite del compromiso. El último cuarto del partido fue una batalla en la mitad de la cancha, la cual dejó la expulsión de Darwin Quintero al 86´. El tiempo se acabó y no había ganador.

El primer tiempo extra era parejo. Ninguno de los dos equipos lograba generar peligro; sin embargo, al 101´, Jesús Molina cometió falta en los linderos del área. Michael Arroyo cobró con potencia al centro de la portería y en combinación con un error de Agustín Marchesín la redonda terminó en la red. Los de Coapa ganaban por la mínima.

Santos intentó igualar en el segundo tiempo del alargue, pero no consiguieron hacer daño en la cabaña de Moisés Muñoz. El reloj marcó el final y las Águilas del América se convirtieron en finalistas de la Liga de Campeones Concacaf.