El Wanda Metropolitano, nuevo estadio de 68.000 plazas del Atlético Madrid, fue inaugurado este sábado en un partido del equipo colchonero contra el Málaga, en la cuarta jornada de la liga española, en presencia del rey de España, Felipe VI, seguidor del club de la capital.

Tras varios años de trabajos, el antiguo estadio de La Peineta, que iba a ser el estadio olímpico si Madrid hubiera obtenido los Juegos de 2016 o 2020, fue terminado, tras una inversión por parte del Atlético de 300 millones de euros en el proyecto.

El balón de este partido inaugural fue traído por tres paracaidistas del ejército del aire español, que saltaron para posarse en el césped del estadio.

El ejército del aire está ligado históricamente al Atlético, debido a una efímera fusión entre el club "colchonero" y la sección de fútbol de la aviación española durante el régimen franquista (1939-1975).

Ante los ojos de Felipe VI, el inicio ficticio fue dado por tres generaciones de "Colchoneros": la antigua gloria de los años 1970, José Eulogio Garate, el actual delantero Fernando Torres, y un joven del centro de formación.

El nuevo recinto ultramoderno, edificado en los terrenos en pleno desarrollo del este de la capital española, sucede al antiguo estadio Vicente Calderón (55.000 plazas), a orillas del río Manzanares, donde el Atlético jugaba desde 1966.

Aunque los alrededores del estadio no están completamente terminados y los accesos por carretera están en trabajos, el interior del estadio presentaba este sábado un aspecto casi definitivo, con tres pantallas gigantes, un techo blanco y asientos rojos, los colores del Atlético.

El nombre del estadio es un guiño al estadio Metropolitano, donde el Atlético jugó de 1923 a 1966, año en que se trasladó al Calderón. El grupo Wanda, propiedad del millonario chino Wang Jianlin y poseedor desde 2015 del 20% del capital del club madrileño, ganó el año pasado los derechos del "naming" del estadio.