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Fiscalía señala agravantes por uso de arma en incidente del 16 de mayo.
El exreceptor de la NFL Antonio Brown encara una pena máxima de hasta 30 años por el intento de asesinato ocurrido el 16 de mayo a las afueras de un evento de boxeo en Miami. El jugador, extraditado recientemente desde Dubái, compareció por videoconferencia en una audiencia de lectura de cargos, aunque evitó declarar. Su abogado reafirmó que el deportista, de 37 años, se había declarado inocente.
La acusación sostiene que Brown fue el responsable directo del tiroteo registrado la noche del altercado, donde uno de los hombres involucrados aseguró que el exjugador le disparó dos veces, una de ellas rozándole el cuello. La Fiscalía recordó durante la audiencia que la pena por intento de asesinato en Florida es de 15 años, pero el uso de arma de fuego duplica la condena. La legislación establece una pena mínima de 20 años en estos casos.
Brown argumentó que el enfrentamiento comenzó cuando varios individuos intentaron robarle sus joyas, un punto que su defensa ha reiterado al señalar un largo historial de confrontaciones con la presunta víctima. Sin embargo, videos obtenidos por la Policía de Miami –descritos en un documento judicial– muestran al exreceptor golpeando a otro hombre, arrebatando el arma a un agente de seguridad e iniciando una secuencia de disparos.
Tras el incidente, las autoridades emitieron una orden de detención en junio, pero Brown ya había abandonado el país. Su regreso se concretó este mes tras la extradición desde Dubái. El jugador fue liberado la semana pasada luego de pagar una fianza de 25 mil dólares, quedando bajo arresto domiciliario.
Brown jugó hasta 2021 con los Buccaneers y pasó gran parte de su carrera con los Pittsburgh Steelers. Sus estadísticas lo colocan entre los posibles candidatos a las votaciones para ingresar al Salón de la Fama en 2027.
