• Más de 200 asistentes recorrieron el espacio fúnebre ambientado al estilo del cineasta
• Autoridades locales y equipo de producción coordinaron cada detalle

En un hecho poco común, el Panteón de Dolores, en la Ciudad de México, se convirtió en el escenario de una experiencia única inspirada en la estética oscura y fantástica de Tim Burton. Fue la primera vez que este icónico cementerio abrió sus puertas exclusivamente para los seguidores del director, transformando una sección del recinto en un entorno visualmente gótico.

La gestión del evento corrió a cargo del equipo de Burton en colaboración directa con la alcaldía Miguel Hidalgo. Según explicó Samuel Otero González, jefe de Panteones de la demarcación, la actividad se realizó en un lote bajo concesión de una asociación civil, la cual autorizó formalmente el acceso. Aunque anteriormente se habían filmado escenas o realizado visitas guiadas en el sitio, nada había alcanzado esta magnitud.

“Muchas productoras han solicitado permiso para grabar aquí, por la arquitectura tan particular del sitio, pero nunca habíamos tenido un evento de esta magnitud”, declaró Otero.

El acceso se habilitó desde el Bosque de Chapultepec, a través del circuito “Serpientes y escaleras”. Los visitantes caminaron por un sendero cargado de simbolismo hasta llegar al área central del recorrido: una capilla elevada con osarios en la base, que fue cuidadosamente elegida por su estética sombría, completamente alineada con el universo visual del director de El joven manos de tijera.

El evento reunió a aproximadamente 200 personas y fue vigilado por Protección Civil, que implementó protocolos rigurosos de seguridad: accesos controlados, rutas de evacuación bien señalizadas y vigilancia constante para garantizar un entorno seguro y respetuoso. Aunque la Secretaría de Cultura no participó directamente, la coordinación con autoridades locales fue clave para que todo fluyera sin contratiempos.

La Ciudad de México fue testigo de un homenaje vivo a la imaginación de Burton, en un lugar donde la historia, el arte y el misterio se entrelazaron bajo el cielo del panteón más grande de América.