¡Síguenos!En México, el hábito de la lectura ha mostrado una marcada disminución en los últimos años, según cifras recientes del Módulo sobre Lectura del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En 2015, la mitad de los lectores mexicanos consumía periódicos, pero para 2024, solo el 18% lo hace. Este descenso de casi 32 puntos porcentuales resalta una tendencia preocupante en la cultura lectora del país.
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La disminución en la lectura no se limita solo a los periódicos; la falta de interés, la falta de tiempo y los escasos incentivos a la lectura se presentan como algunas de las principales razones para esta baja en el consumo de textos impresos. Sin embargo, no todos los formatos de lectura han experimentado una caída similar.
Los medios digitales, en particular, han mostrado un incremento en su popularidad. La lectura de blogs y artículos en sitios web ha aumentado, pasando de un 37% en 2015 a casi un 40% en 2024. Este incremento destaca cómo los hábitos de lectura se están adaptando a la era digital, donde el acceso inmediato y la amplia disponibilidad de información juegan un papel crucial.
A pesar de que aún siete de cada diez mexicanos aseguran leer con regularidad, la media de libros leídos al año permanece en uno por persona. Este nivel es considerablemente menor en comparación con otras economías similares, sugiriendo que, aunque el acceso a la información ha aumentado, la profundidad y frecuencia de la lectura no han seguido el mismo ritmo.
La evolución en los hábitos de lectura refleja una transición hacia el consumo de contenido digital. Con la proliferación de dispositivos móviles y la expansión del acceso a internet, los lectores mexicanos están optando por la inmediatez y la conveniencia de los medios digitales. Aun así, la reducción en la lectura de libros y periódicos impresos plantea un desafío cultural y educativo significativo para el país.
En resumen, mientras que la lectura de medios digitales crece, la industria de la impresión enfrenta una disminución en su audiencia. Este cambio subraya la necesidad de adaptar estrategias para fomentar la lectura en todas sus formas y asegurar que la población mexicana mantenga un hábito lector sólido y diverso.