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16 edificios colapsados, dos minaretes destruidos.
Una mujer muere tras ser rescatada con vida.
El domingo, un sismo de magnitud 6.1 estremeció la provincia de Balikesir, en el noroeste de Turquía, provocando el colapso de 16 edificios y dejando escenas de tensión y dolor. El epicentro se ubicó en la ciudad de Sindirgi, desde donde las ondas sísmicas viajaron más de 200 kilómetros hasta sentirse en Estambul, metrópoli de más de 16 millones de habitantes.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, confirmó que una mujer anciana murió poco después de ser rescatada con vida de los escombros. Otras cuatro personas lograron ser salvadas por los equipos de emergencia.
En conferencia de prensa, Yerlikaya detalló que la mayoría de los edificios colapsados ya estaban en ruinas o sin uso, pero dos minaretes de mezquitas también se derrumbaron. Aunque hubo heridos, ninguno en estado grave.
Las imágenes televisivas mostraron a brigadistas pidiendo silencio absoluto para detectar señales de vida bajo las montañas de concreto y polvo.
La Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias reportó varias réplicas, incluida una de magnitud 4.6, y pidió a la población no ingresar a edificios dañados.
El presidente Recep Tayyip Erdogan envió un mensaje de solidaridad: “Que Dios proteja a nuestro país de cualquier tipo de desastre”, publicó en X.
Turquía, situada sobre importantes líneas de falla, sufre sismos con frecuencia. El recuerdo aún fresco del terremoto de 7.8 en 2023, que dejó más de 53,000 muertos, resurge con fuerza entre la población.
