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Los Tomahawk tendrían alcance ofensivo de hasta 2,500 kilómetros.
MOSCÚ, Rusia.— El Kremlin lanzó una advertencia este jueves, afirmando que el posible suministro de misiles estadounidenses Tomahawk a Ucrania marcaría un “nuevo nivel de escalada” en el conflicto. La declaración surgió en medio de la reunión en la Casa Blanca entre Donald Trump y Volodímir Zelensky, un encuentro seguido de cerca por Moscú.
El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, expresó la profunda preocupación del gobierno de Rusia ante las conversaciones entre Washington y Kiev sobre el posible envío de misiles de largo alcance. “Observamos con gran preocupación estas discusiones”, señaló Peskov, subrayando que cualquier movimiento de este tipo sería interpretado como una amenaza directa a la seguridad rusa.
Los Tomahawk, con un alcance estimado de hasta 2,500 kilómetros, ampliarían significativamente la capacidad ofensiva de Ucrania. Este tipo de armamento, diseñado originalmente para ataques de precisión a larga distancia, cambiaría el equilibrio táctico en el campo de batalla.
La advertencia del Kremlin llega en un momento de creciente tensión diplomática, donde Moscú insiste en que la entrega de armas de largo alcance equivaldría a una participación directa de Estados Unidos en el conflicto. Hasta ahora, tanto Washington como Kiev han sido cautelosos y no han confirmado oficialmente las negociaciones.
Este nuevo episodio evidencia el delicado equilibrio político y militar que domina las relaciones internacionales en torno al conflicto ucraniano, donde cada declaración pesa tanto como una maniobra militar.
