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La Marina de Estados Unidos mantiene bajo custodia a dos sobrevivientes tras un ataque militar realizado el jueves contra un barco que presuntamente transportaba drogas en el Caribe, informaron tres funcionarios estadounidenses a CNN.
El presidente Donald Trump confirmó el ataque este viernes, señalando que se trató de un submarino especializado en el transporte de grandes cantidades de drogas. “No conozco a mucha gente que tenga submarinos, y eso fue un ataque a un submarino cargado de drogas”, aseguró el mandatario durante un evento en la Casa Blanca.
Se trata del sexto ataque conocido contra embarcaciones vinculadas al narcotráfico, pero el primero en el que Estados Unidos retiene prisioneros, generando un dilema legal y político para la administración. La autoridad exacta para mantener a los detenidos no ha sido precisada, y fuentes sostienen que no está definido cómo se procederá con ellos.
El Comando Sur de EE.UU., responsable de operaciones militares en la región, remitió los comentarios sobre el caso a la Casa Blanca. La administración de Trump ha desplegado decenas de recursos militares en el Caribe como parte de su esfuerzo por reducir el flujo de drogas hacia Estados Unidos y presionar al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Expertos legales han cuestionado la legalidad de los ataques. Brian Finucane, exabogado del Departamento de Estado, explicó que bajo el Artículo II de la Constitución, el presidente podría justificar estas acciones, aunque legisladores de ambos partidos cuestionan esa autoridad. Históricamente, los implicados en narcotráfico eran tratados como criminales con derecho al debido proceso, y la Guardia Costera se encargaba de la interceptación y detención de embarcaciones sospechosas.
El caso plantea la posibilidad de que los detenidos soliciten un habeas corpus, lo que podría arrojar más detalles sobre la justificación legal del Gobierno de Trump para los ataques en el Caribe.
