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Una alerta científica ha encendido la atención internacional: el campo magnético que protege la Tierra de la radiación solar muestra un debilitamiento pronunciado en una vasta región del Océano Atlántico. La llamada “Anomalía del Atlántico Sur” ha aumentado su extensión y fuerza en los últimos años.
Especialistas advierten que esta reducción puede ocasionar interferencias en satélites y fallos en telecomunicaciones, al permitir que partículas solares cargadas penetren más cerca de la superficie terrestre. Algunos investigadores consideran que este fenómeno podría ser una señal temprana de un cambio de polaridad magnética, un proceso natural que ha ocurrido históricamente y que impactaría la tecnología moderna y los movimientos migratorios de animales.
Si bien un evento de esta magnitud podría tardar miles de años, el monitoreo científico es constante para anticipar posibles riesgos. La investigadora Dra. Ana López subraya que, aunque no se trata de una emergencia inmediata, es crucial vigilar la evolución del campo magnético para proteger infraestructura y ecosistemas.
Este hallazgo reafirma la naturaleza dinámica y cambiante de nuestro planeta y subraya la importancia de la investigación científica continua.
