El candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, viajó a los suburbios de Detroit, Michigan, con el fin de hacer un llamado directo a los obreros que votaron por los republicanos hace cuatro años y que ahora al parecer lo lamentan, buscando de ese modo comenzar con la recuperación de estados demócratas perdidos, que fueron los que ayudaron a Donald Trump a llegar a la Casa Blanca hace cuatro años.

Los primeros viajes de campaña de quien fuera vicepresidente, en la administración de Barack Obama, han sido a Pensilvania, Wisconsin y Michigan, lo que es señal de lo estrechamente que están ligadas las perspectivas electorales del demócrata a la reconquista de las entidades referidas, que tiempo atrás eran puntos confiables para su partido.

Biden hizo un compromiso para reescribir los códigos tributarios con el fin de recompensar a las empresas de Estados Unidos que invierten para producir en el país, imponiendo al mismo tiempo sanciones a las que envían empleos a otras naciones. 

Tal fue su planteamiento en el exterior de una oficina regional del sindicato United Auto Workers, en Warren, estando rodeado por una serie de vehículos de fabricación estadounidense, entre los que estaban algunos de las marcas Ford, Chevrolet y Jeep.

En el sitio, expresó que no busca castigar a las empresas estadounidenses, pero afirmó que hay una mejor manera, que es “hacerlo en Michigan”, “hacerlo en Estados Unidos” con el fin de invertir en las comunidades y en los trabajadores de poblaciones como Warren.