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🔹 Canadá prepara medidas mientras su principal sindicato exige respuestas inmediatas
🔹 La economía canadiense ya sufre el impacto: caída de inversión y pérdida de empleos
Ottawa, 3 de junio 2025.
El primer ministro de Canadá, Mark Carney, rompió el silencio y se pronunció con dureza frente a la reciente decisión del gobierno de Estados Unidos de imponer aranceles del 50% al acero y aluminio. “Son medidas ilegales e injustificadas”, sentenció, dejando en claro que su país responderá, pero con inteligencia y en el momento adecuado.
“Nos tomará algo de tiempo, pero no mucho”, declaró Carney en conferencia, al referirse a las negociaciones en curso con Washington. “Estamos en conversaciones intensas”, subrayó, sin ocultar el tono de tensión que atraviesa la relación bilateral.
Pero fuera de los pasillos diplomáticos, la presión crece. El sindicato Unifor, el más grande del país, alzó la voz. Su presidenta, Lana Payne, fue directa:
“Estos aranceles están destruyendo inversión, acabando empleos y generando una ola de inestabilidad económica”, denunció en un comunicado. “Necesitamos una acción inmediata”.
Y es que la magnitud del golpe no es menor. Solo en 2024, Canadá exportó a EE.UU. acero por 7,100 millones de dólares y aluminio por 9,400 millones. Hoy, esos flujos están en riesgo. Según datos oficiales, el 23% del acero y el 53% del aluminio que importa EE.UU. provienen de suelo canadiense.
En paralelo, el Banco de Canadá decidió este miércoles mantener la tasa de interés en 2.75%, señalando que la incertidumbre comercial con Estados Unidos es “su principal motivo de preocupación”.
Canadá, el mayor proveedor de estos metales para EE.UU., se enfrenta a un dilema: responder con fuerza o mantener la vía diplomática.