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Advierte que Puebla aún enfrenta deudas heredadas hasta 2037.
El gobernador Alejandro Armenta denunció que, durante administraciones anteriores, se inflaba el presupuesto de cultura con 500 millones de pesos al año para sostener “el negocio del Museo Barroco”. Explicó que esos recursos se disfrazaban como apoyo cultural, aunque su destino real —insistió— permanece sin aclararse. “Piénsenlo bien, poblanas y poblanos: todos pagábamos esa deuda”, afirmó, al recalcar que la carga acumulaba 8,000 millones de pesos hacia 2030.
Armenta sostuvo que su gobierno decidió liberar esa obligación financiera mediante medidas de transparencia. Subrayó que la administración actual se enfocó en corregir “modelos de negocio” que calificó como ineficientes y opacos. Mencionó que la inversión cultural no se limita a partidas etiquetadas, sino también a obras comunitarias como casas de cultura y murales, las cuales consideró parte del fortalecimiento del sector.
El mandatario comparó este caso con el esquema aplicado en las plataformas de Audi, cuya operación —señaló— representa 753 millones de pesos al año hasta 2028, derivados de una inversión de 10,000 millones que, aseguró, dejó una deuda onerosa para el estado. Acusó que dicho mecanismo reproduce el mismo patrón observado en el Museo Barroco y lo describió como un modelo financiero “presuntamente corrupto”.
Añadió que otros compromisos, como el del CIS, implican pagos anuales estimados en 270 millones hasta 2037, lo que calificó como “otro monumento al saqueo”. Armenta reiteró que su administración, alineada con la 4T, mantendrá una política estricta contra la corrupción sin excepción. “No heredamos problemas; los resolvemos”, sentenció.

