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La verdad es incómoda, pero hay que contarla para impedir que avance la farsa.
Casi inmediatamente después de que en 1993 Manuel Bartlett Díaz tomara posesión como gobernador de Puebla, el facineroso Rodolfo Ruiz Rodríguez ordenó a su quintacolumnista inventar la versión de que mi papá Ángel García López y quien esto escribe, a través del periódico ABC, chantajeaban a Mariano Piña Olaya pidiéndole 100 mil pesos de convenio publicitario, rechazando los 60 mil que supuestamente recibía, a cambio de no criticar a su persona y administración.
Aseguró, en ese entonces, que la negativa de Piña Olaya a la supuesta petición económica llevó al rompimiento con ABC y a una confrontación histórica en los anales periodísticos.
Y le llamo histórica porque la persecución del gobernante guerrerense que se fraguó un nacimiento en Champusco, fue escandalosa, rabiosa contra mi papá y un servidor. Hubo amenazas de muerte, golpizas, robos, la orden de cerrar todas las puertas a ABC.
Periodistas y funcionarios testigos hubo muchos, algunos ya murieron y otros viven, entre ellos Alberto Jiménez Arroyo, quien puede lo puede contar, porque él fue el intermediario en una pretendida tregua que terminó en traición. Entonces, su papá, Alberto Jiménez Morales era conocido como el consejero número uno de Piña Olaya.
La razón de la confrontación con el gobernante fue la defensa que ABC hizo de los comerciantes ambulantes, considerando que era un error perseguirlos y tratar de eliminarlos, porque no iba a suceder y las consecuencias serían terribles para el gobierno, lo que finalmente ocurrió. Nada que ver con la mentira del periodista de marras.
Mariano se equivocaba; se le hizo saber y su reacción fue negativa. Tarde comprendió.
Casi al final de su mandato, envió a Rafael Ramírez Reyes, entonces director de la Vivienda, a contactar a mi papá. “Ángel, te pido pases por mi al instituto aquí en Loma Bella, me urge plática contigo”. Lo acompañé en su camioneta, pasamos por el también guerrerense y nos fuimos atrás de la iglesia de esa colonia; eran las 5 de la tarde.
Después de los saludos de rigor, Rafael soltó: “Ángel, cuánto se te debe de los años que se te dejó de pagar tu convenio; se te va a cubrir hasta el último peso, la muestra está aquí”. Rafael abrió dos portafolios repletos de dinero. “Llévatelos, es un adelanto; haz tu cuenta y en esta misma semana queda arreglado todo; dice Mariano que borrón y cuenta nueva”.
La pregunta de mi papá fue: “¿A cambio de qué?”. Rafael contestó: “Quiere que apoyes con todo a Marco Antonio Rojas Flores, él será el próximo gobernador; deja de apoyar a Manuel Bartlett”. La respuesta fue contundente y acepto que quedé mudo por instantes: “Dile a Mariano que chingue a su madre; esta es una pelea de hombres; esto no termina hasta que termina; va a perder”.
Mi papá rechazaba la oportunidad de hacerse rico de esa forma y negociando con malandrines, obedeciendo a sus principios, hombría y convicciones.
Dejamos a Rafael en su oficina. Lo demás es historia que ya he contado y que quedará plasmada como parte de un libro con mis confesiones.
Existen las hemerotecas para consultar lo que digo. Todo fue escrito.
Viven Mariano Piña Olaya y Guillermo Pacheco Pulido. Saben la verdad.
La honestidad de mi papá, algo que le aprendí y supe cultivar, quedó demostrada hasta el final de sus días. “No robes, no extorsiones, no mientas ni seas pendejo, entonces nadie te podrá acusar ni te sentirás avergonzado”, frase que me repetía constantemente.
Años después, en el restaurante Camino Real, actualmente Quinta Real, se dio un acercamiento entre Rodolfo Ruiz y yo. Le reclamé su actuación de ese entonces. Su salida fue fácil echándole la culpa a su quintacolumnista: “Pinche Mario Alberto, me llevó información falsa”.
Rodolfo, el facineroso, era el director de la sección Puebla de El Universal. Él decidía qué se publicaba. Hoy, sigue haciendo lo mismo en su portal, ordenando a sus reporteros investigar y si no logra su objetivo, entonces les dice que deben romperle la madre al objeto de sus deseos. Actúa sin escrúpulos.
Desde hace algunos meses ataca rabioso a Alejandro Armenta. La razón es simple: le apostó a Eduardo Rivera y al mismo tiempo a Ignacio Mier Velasco.
Empuja insistente para que se dé un pleito entre Armenta y Pepe Chedraui.
Miente al decir que no existe libertad de expresión, cuando nunca le han impedido escribir lo que quiera.
Dice falsamente que las ruedas de prensa de Armenta son manipuladas con preguntas a modo y los medios son seleccionados, presentando una lista incompleta de los que más intervenciones tienen, dejando a un lado a muchos que han participado. Los mismos reporteros se apuntan en una lista para preguntar lo que quieran; ninguno es condicionado; muchos no quieren; otros tienen vergüenza; muchos llegan sin ser periodistas ni reporteros; algunos son espías que toman nota y desvirtúan la realidad para llevarle informes a sus dueños, entre ellos a e-Consulta.
Hizo el ridículo al cuajar en sus calenturas otra mentira con la casa del migrante, teniendo que callar, en lugar de aceptar su yerro.
Investiga al SICOM, enviando a sus mascotas a morder chueco. Alguien debería advertirle que su farsa le cuesta ser exhibido en la sección “El Detector de Mentiras”.
Seguramente le duele el hígado al ver la transformación gradual en el Sistema de Información y Comunicación de Puebla (SICOM), que si bien es un Organismo Público Descentralizado, tiene libertad de acción y, por primera vez, desde su creación, su contenido en la barra programática y noticias es diverso, dando paso a la crítica y análisis agudo.
“La libertad de expresión no se coarta, pero se ejerce con ética y responsabilidad”, este es un lema que adopta SICOM ejercitado por reporteros, periodistas, conductores, productores y camarógrafos.
Esto, seguramente le duele a Rodolfo, a sus patrocinadores y lacayos.
La nariz de Pinocho es chiquita comparada a la de Rodolfo Ruiz.
Constantemente, Rodolfo hace alusión al conflicto de intereses. Lean ustedes este episodio que debería obligarlo a esconder la cabeza como el avestruz:
OJO:
Rodolfo, presumía de ser protegido de Roberto Rock, quien le había facilitado conseguir la dirección regional de El Universal sección Puebla.
Entenado predilecto de “El Yunque”, brazo armado del PAN, Rodolfo Ruiz Rodríguez fue gran impulsor de Eduardo Rivera Pérez, uno de sus financiadores de una lista en la que aparecen Facundo Rosas Rosas y sus consultorías; Enrique Doger Guerrero y sus cómplices que sueñan con adueñarse de la universidad pública; Jesús Manuel Hernández, asesor del exedil que, bajo las siglas del PRI, quiso ser gobernador; Germán Molina, dueño del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla, quien también tiene lazos estrechos con conspiradores universitarios.
Ambos surgidos de la UPAEP, hoy, Rodolfo elude a Eduardo después de su fracaso rotundo en su intento de convertirse en gobernador, osadía frustrada que también atormenta a Ignacio Mier Velasco. Le quema al periodista que el toluqueño tenga denuncias por enriquecimiento ilícito y de haber manejado con una alta corrupción los dineros del ayuntamiento de Puebla.
INTERESES:
Mónica Arroyo Soriano, esposa del periodista Rodolfo Ruiz Rodríguez, dueño del portal e-Consulta, fue nombrada representante del ayuntamiento ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje a mediados de octubre de 2024. No dijo nada ni opinó sobre el posible conflicto de intereses que él mismo genera y fustiga. Quiso desviar la atención lanzándose contra funcionarios que eran mencionados como posibles integrantes del gabinete de Alejandro Armenta, quien rendiría protesta como gobernador de Puebla el 14 de diciembre de ese mismo año.
No quedó todo en eso, sino que el sujeto de marras empezó a tejer los ataques sistemáticos contra Armenta, que hasta la fecha prevalecen, al mismo tiempo que lanza veladas amenazas al gobierno estatal y a la presidenta Claudia Sheinbaum, acusándolos de confabularse para regatear apoyos a la administración de Pepe Chedraui. Y reprocha que no hay obras importantes conjuntas entre el municipio y el gobierno estatal.
Continuó con su andanada, eludiendo el tema de su esposa, atreviéndose a decir que si no hubiera sido Chedraui Budib el candidato, Morena habría perdido la elección de la capital y posiblemente el estado, olvidando o negando que el fenómeno Armenta fue factor para que los comicios fueran ganados de manera aplastante con 2 millones de votos, con mayoría morenista en el congreso y los ayuntamientos.
Recuérdese que si hubo una elección que estaba en alto riesgo esa fue la de Pepe Chedraui, a quien no se le regatean sus méritos, pero en su momento no eran suficientes para doblegar a Mario Riestra y sus secuaces.
Lo que escribió Ruiz Rodríguez abre una estela de especulaciones y lo exhibe como un tipo sin escrúpulos.
POSDATA: Los convenios publicitarios son legales y legítimos. ¿Le duele a Rodolfo Ruiz no conseguir uno digno de su “alcurnia” periodística?
Pega para que le paguen.
Una de sus materias preferidas, siendo estudiante, fue el chantaje y el sectarismo que acostumbra comer con cuchillo, cuchara y tenedor en compañía del soberbio Jesús Manuel Hernández.
POSDATA 2: Huérfano de calidad moral, Rodolfo arremete con cinismo contra quien no llena sus intereses monetarios.
POSDATA 3: Su libertad de expresión la ejerce a plenitud. Esa es la mejor muestra de que no hay persecución ni es limitado en Puebla, aunque muchas veces mienta sin recato.
POSDATA 4: Si antes los servidores públicos no respondían a las diatribas y cuestionamientos, ahora es diferente y están en su derecho de hacerlo.
POSDATA 5: Que se haga una depuración de los medios de comunicación, entonces se verá que hay portales inexistentes; igualmente, que no todos los que se dicen periodistas o reporteros lo son; que hay empresarios que fundaron periódicos como parte de sus negocios y enriquecerse.
¿Por qué no se hace?