La institución afirma haber tomado medidas, pero no convencen a las víctimas

Un colaborador es señalado por violencia familiar previa

“No me creyeron. Ni siquiera me dejaron terminar de explicar lo que pasó”. Así resume una joven su experiencia al intentar denunciar un caso de acoso dentro de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Su testimonio no es único: en los últimos días, varios estudiantes y familiares han compartido situaciones similares, acusando a la universidad de minimizar o ignorar denuncias de abuso, discriminación y violencia.

Todo comenzó con una denuncia formal contra un colaborador de la institución. Según el comunicado oficial, UPAEP actuó de forma inmediata: el implicado fue separado de su cargo, se brindó atención psicológica a la persona afectada y se notificó a las autoridades.

Pero esa versión no parece suficiente. Circulan acusaciones más graves: que UPAEP habría protegido a un trabajador llamado Constantino, señalado por intentar atacar a su madre y hermana hace meses, sin que se tomaran medidas internas.

En medio de esta controversia, la universidad reafirmó su postura pública: “Estamos comprometidos con la creación de espacios seguros, de justicia y paz”, asegura el comunicado.

A pesar de ello, las críticas no cesan. Estudiantes denuncian que los protocolos existen, sí, pero rara vez se aplican con firmeza. Mientras tanto, la comunidad espera algo más que promesas. Espera respuestas concretas.