• Temía una escalada en la región con consecuencias impredecibles
• Netanyahu guarda silencio, pero defiende la autonomía israelí

El expresidente Donald Trump detuvo un plan confidencial de Israel para asesinar al ayatolá Ali Khamenei, líder supremo de Irán, reveló un alto funcionario estadounidense que pidió permanecer en el anonimato por lo delicado del tema.

Según esta fuente, Israel informó recientemente a la Casa Blanca sobre un operativo "creíble" para eliminar a Khamenei. Trump se opuso de inmediato. La razón: evitar que la ofensiva contra el programa nuclear iraní desemboque en una guerra regional de gran escala.

Durante una entrevista con Fox News, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, evitó referirse al tema. Sin embargo, dejó entrever su postura: “Haremos lo que necesitamos hacer”. Y agregó una frase que tensó aún más el ambiente: “Un cambio de régimen ciertamente podría ser el resultado”.

Reuters fue el primer medio en reportar la negativa de Trump, justo antes de que el exmandatario lanzara una dura advertencia a Irán en redes sociales. “Si nos atacan en cualquier forma, responderemos con una fuerza jamás vista”, escribió.

Horas después, volvió a las redes con un mensaje más diplomático: “Israel e Irán deberían llegar a un acuerdo, y lo harán”. Defendió su historial de mediador en conflictos pasados como India-Pakistán, Serbia-Kosovo o Egipto-Etiopía.

Aun así, Trump enfrenta sus propios dilemas: prometió acabar con las guerras en Gaza y Ucrania, pero no ha logrado frenar ninguna. Y ahora, aunque acusó a Biden de frenar ataques israelíes en Irán, él mismo terminó apostando por la diplomacia.