Israel respondió con un ataque al reactor de Arak

Aumentan tensiones nucleares en Medio Oriente

En medio de la creciente escalada entre Israel e Irán, un misil impactó el Centro Médico Soroka en Beersheba, dejando a más de 70 personas heridas dentro del hospital y al menos 240 lesionados en total, según el Ministerio de Salud israelí. Poco después, el ministro de Defensa, Israel Katz, lanzó una advertencia directa al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, señalándolo como objetivo militar.

“Este hombre absolutamente no debe continuar existiendo”, declaró Katz, subrayando que el ejército ha recibido órdenes claras. La declaración llegó después de que Israel bombardeara el reactor de agua pesada de Arak, instalación clave del programa nuclear iraní. El Ejército israelí confirmó que el ataque se dirigió al sello del núcleo del reactor, para impedir la producción de plutonio.

El primer ministro Benjamin Netanyahu condenó el ataque al hospital y prometió represalias. “Cobraremos el precio completo a los tiranos en Teherán”, afirmó. El hospital fue cerrado parcialmente tras la explosión, aunque se reportó que no hubo víctimas fatales en el inmueble, que presta servicios a más de un millón de personas en el sur del país.

Mientras tanto, Irán continúa afirmando que su programa nuclear tiene fines pacíficos, aunque enriquece uranio al 60%, a un paso técnico del nivel armamentístico. Israel, por su parte, es el único país con armamento nuclear reconocido en la región.

La televisión estatal iraní negó que exista peligro de radiación, aunque reportó que la instalación fue evacuada. Inspectores del OIEA no han podido verificar las operaciones nucleares iraníes desde que Teherán limitó su acceso.