Con palabras que buscan detener la ola de especulaciones, el ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de Irán, aseguró que su país no ha iniciado guerras, aunque no dudará en defenderse si es necesario.

“La República Islámica nunca ha iniciado enfrentamientos con otros países, pero responderá con firmeza ante cualquier provocación”, afirmó con tono sobrio, sin rodeos, durante un pronunciamiento que apunta a frenar versiones distorsionadas en medios y gobiernos occidentales.

El líder iraní también respondió a quienes lo acusan de orquestar conflictos desde las sombras, al señalar que los grupos de resistencia actúan con independencia y que Irán no necesita mediadores. “Los centros de resistencia en los países de la región tienen sus propias motivaciones”, afirmó, deslindando a su gobierno de decisiones ajenas.

Asimismo, insistió en que los movimientos que apoyan la causa palestina no obedecen instrucciones de Teherán, sino que responden a sus propias realidades y principios.

Estas declaraciones ocurren justo cuando crecen las tensiones geopolíticas en Medio Oriente, y se intensifican los intentos por responsabilizar a Irán por cada chispa en la región. La postura de Jamenei, sin ambigüedades, se alza como un llamado a detener la retórica de confrontación.