¡Síguenos!
TwittearVisitas: 199
Washington refuerza presión marítima contra el flujo de crudo venezolano.
La Guardia Costera de Estados Unidos persigue activamente a un buque sancionado que navega en aguas internacionales frente a la costa de Venezuela, confirmaron a NBC News dos funcionarios estadounidenses con conocimiento directo del operativo.
De acuerdo con uno de los oficiales, el navío navega con bandera falsa y está sujeto a una orden judicial de incautación, lo que motivó la intervención anunciada este domingo. Se trata del tercer operativo conocido, luego de que este sábado fuera intervenido el Skipper, un tanquero con bandera panameña que, según Washington, traficaba crudo sancionado dentro de la denominada flota fantasma venezolana.
El estado actual del buque es desconocido y aún no está claro si transportaba crudo venezolano, confirmó un funcionario estadounidense citado por CNN. Consultados por EFE, el Pentágono y la Guardia Costera remitieron todas las preguntas a la Casa Blanca, que no ha corroborado oficialmente los reportes sobre la acción en curso.
Estas operaciones ocurren tras el recrudecimiento de los esfuerzos de Washington para cortar el flujo de crudo desde el país suramericano, como parte de la presión ejercida sobre el Gobierno de Caracas.
El sábado, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, informó sobre la confiscación del tanquero Centuries, con bandera panameña, al que la Casa Blanca identificó como un buque con bandera falsa, integrante de la flota fantasma venezolana, utilizada para traficar petróleo robado y financiar el régimen narcoterrorista de Maduro.
La portavoz adjunta de la Administración, Anna Kelly, sostuvo que el navío transportaba petróleo de PDVSA, empresa sancionada, pese a reportes que señalaban que el tanquero no figuraba en la lista negra de Estados Unidos.
El 10 de diciembre, Washington incautó el Skipper y confiscó el crudo que transportaba. Días después, Trump ordenó un bloqueo total a la entrada y salida del país de buques petroleros sancionados, dentro de la presión contra el Gobierno de Maduro, al que Washington acusa de liderar una red de tráfico de drogas.
Desde agosto, Estados Unidos mantiene un amplio despliegue militar en una campaña antidrogas, en la que ha destruido unas 30 lanchas presuntamente vinculadas al narcotráfico y asesinado a más de un centenar de tripulantes.
En paralelo, Caracas rechazó la incautación del Centuries, calificándola como un “robo y secuestro” de un nuevo buque privado que transportaba crudo venezolano.


