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Se trataría de una “doble tributación”, afirma Edgar Amador.
Las remesas representan casi el 4% del PIB nacional.
Ciudad de México, mayo 2025.– Un nuevo proyecto legislativo en Estados Unidos encendió las alarmas en México. Y es que la propuesta de aplicar un impuesto del 3.5% a las remesas enviadas por migrantes podría convertirse en un golpe directo a millones de familias mexicanas, especialmente en entidades como Chiapas, Guerrero, Zacatecas y Michoacán.
Durante su participación en la Reunión Nacional de Consejeros Regionales de BBVA México, el secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, no se anduvo con rodeos: “el impacto regional puede ser muy importante”, afirmó. Y no exagera: en varios de esos estados, las remesas superan el 10% del PIB local y, para muchas familias, representan hasta el 20% de sus ingresos.
Aunque a nivel macroeconómico el impacto fiscal sería neutral para México —es decir, no afectaría directamente las finanzas públicas del país—, la verdad es que los bolsillos más vulnerables sí podrían resentirlo. Según datos oficiales, más del 94% de las remesas llega por vías electrónicas rastreables, lo que deja pocas opciones para evadir el impuesto sin afectar a quienes más lo necesitan.
Pero el tema no es solo económico. Amador también levantó la ceja ante la legalidad de la medida: “volver a gravar ingresos que ya pagaron impuestos podría constituir una doble tributación”, lo cual violaría acuerdos internacionales entre ambos países.
La propuesta ya pasó por la Cámara de Representantes de EE.UU. y se encuentra en revisión en el Senado. En 2024, México recibió un récord de casi 65 mil millones de dólares en remesas, lo que lo convierte en el segundo país que más recibe estos recursos en el mundo, solo detrás de India.
Y así, una decisión legislativa en Washington podría terminar afectando directamente a comunidades enteras en el sur de México.
Con información de EFE