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El 75% del acero mexicano va a Estados Unidos; peligra el corazón industrial del país.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) encendió las alarmas este lunes tras el anuncio del gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, sobre el incremento de aranceles al acero y aluminio de hasta el 50 por ciento.
Según el organismo, la medida representa un retroceso profundo en la integración económica de América del Norte. “Esto contradice directamente el espíritu del T-MEC y pone en juego empleos, inversiones y la competitividad regional, especialmente en sectores estratégicos como el automotriz”, advirtió Coparmex.
Y es que no es un tema menor. El 75% del acero que produce México termina en Estados Unidos. Además, en 2024, el país vecino tuvo un superávit de 4 mil millones de dólares en este rubro. La decisión, por tanto, podría impactar de lleno en las cadenas de suministro, en empresas medianas que dependen del comercio bilateral, y en miles de trabajadores de ambos lados de la frontera.
Claudia Sheinbaum, presidenta de México, no se quedó callada. Cuestionó con firmeza el sustento de la medida:
“Desde nuestra perspectiva, no tiene sustento legal. Hay un tratado. Además, la propia vocera de la Casa Blanca admitió que existe buena colaboración con México, incluso en temas de seguridad”, dijo este lunes.
Trump, por su parte, argumentó que los nuevos aranceles son necesarios para mantener “la fortaleza de las industrias nacionales” frente a la competencia internacional, aunque expertos ven esta postura como una forma de presión económica en pleno año electoral.
La Coparmex, por último, respaldó al Gobierno mexicano en su llamado al diálogo y subrayó la urgencia de fomentar la inversión nacional para mitigar el golpe:
“Es indispensable generar condiciones internas que fortalezcan nuestra demanda. No podemos quedarnos esperando”.