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El pollo, el jitomate y la carne de res presionaron los precios.
La electricidad y los servicios turísticos bajaron.
El mes de mayo no dio tregua al bolsillo. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación general anual se ubicó en 4.42%, lo que marca el cuarto mes consecutivo con incrementos. Una cifra que, aunque moderada, comienza a generar cierta inquietud entre consumidores y analistas.
Según el reporte, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) alcanzó un nivel de 140.012 puntos, lo que significa un aumento de 0.28% respecto a abril. Para tener contexto, en mayo de 2024 la inflación mensual había sido de -0.19%.
Lo más revelador es que el índice subyacente, que excluye productos de precios volátiles (como frutas, verduras o energéticos), subió 0.30%. Dentro de este rubro, los precios de mercancías aumentaron 0.35%, mientras que los de servicios subieron 0.24%.
Además, el índice no subyacente subió 0.23% mensual, y ahí el golpe vino, sobre todo, por los productos pecuarios, que subieron 3.48%. Por otro lado, los energéticos y las tarifas públicas bajaron 2.12%, gracias en buena parte a la reducción estacional de las tarifas eléctricas en 11 ciudades del país.
Entre los productos con mayores alzas destacaron el pollo, el jitomate, la vivienda propia y la carne de res. En contraste, la electricidad, el transporte aéreo y el limón bajaron sus precios.
Por su parte, el Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo (IPCCCM) aumentó 0.29% mensual y 4.37% anual, cifras ligeramente por debajo del mismo mes del año pasado.
Y aunque los precios cerraron 2024 en 4.21%, por debajo de lo esperado, la tendencia de este 2025 apunta a una presión constante, especialmente en productos básicos. ¿Qué tan sostenible es esta racha? Esa es la gran pregunta que queda sobre la mesa.