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🔹 Bancos dieron millones en préstamos sin avales a sus propios socios y familiares
🔹 Gobierno apostó a “aguantar” hasta después de las elecciones… y falló
Durante los meses previos a las elecciones de 1994, México vivió una alarmante fuga de capitales. Lejos de ser un fenómeno electoral, expertos apuntan a la decisión del gobierno de sostener artificialmente el tipo de cambio, lo que provocó desconfianza y salida de fondos al extranjero.
Voces críticas entre economistas y algunos empresarios alertaron la situación. Sin embargo, el gobierno prefirió no intervenir, bajo la idea de que “todo se compondría después de las elecciones”.
Los bancos comenzaron a otorgar créditos quirografarios, préstamos sin garantía, incluso a personas relacionadas con sus propios consejos directivos. “Fue un reparto de millones entre amigos del sistema bancario”
Todo comenzó a inicios de 1994. Luego de las elecciones presidenciales, la economía entró en una espiral de crisis y los efectos se reflejaron en el llamado “error de diciembre”, que marcó un antes y un después en la historia económica reciente.
“La falta de acción gubernamental no fue inocente; fue una apuesta riesgosa que nos estalló en la cara”,