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💰 El daño supera los 177 mil millones de pesos solo en 2024
El contrabando de combustibles en México ha adoptado nuevas máscaras. Ya no se trata solo de tomas clandestinas en los ductos de Pemex, sino de una operación más “limpia”, pero igual de dañina: el “huachicol fiscal”. Esta práctica, como detalla el analista Ramsés Pech, consiste en importar gasolina y diésel bajo nombres falsos como lubricantes o aceites industriales.
Para evadir impuestos como el IEPS. Y los números lo confirman: más de 128 mil millones de pesos se pierden al año por esta vía, mientras que la consultora PetroIntelligence estima que el impacto real fue de 177 mil millones de pesos solo en 2024.
Y eso no es todo. En el mercado interno, las estaciones venden combustibles sin factura ni trazabilidad. Pech advierte que este combustible ilícito representa cerca del 30% de lo que se mueve en las gasolineras.
Ante esta situación, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció una estrategia enfocada en la trazabilidad, controles aduanales y cooperación con la Fiscalía General de la República.
El golpe más reciente a estas redes ocurrió en marzo: 10 millones de litros escondidos en un buque de Texas y 8 millones más abandonados en tractocamiones. El fraude no solo es millonario, también es descarado.
🧠 El dato: Pemex ha perdido más de 75 mil millones por robo de combustible entre 2019 y 2024.